Zaragoza, se prepara para convertirse en la Capital Mundial de la Garnacha, un proyecto ambicioso que busca potenciar el turismo enológico y posicionar a la ciudad como un referente global en el mundo del vino.
La alcaldesa Natalia Chueca ha destacado la creciente tendencia del turismo enológico, asociado a un turismo de calidad que valora la cultura, el patrimonio y la gastronomía local. «La garnacha es un recurso propio, originario de la provincia de Zaragoza, que da como resultado vinos de primer nivel en las tres denominaciones de vino de nuestro entorno: Calatayud, Campo de Borja y Cariñena», ha señalado Chueca.
Para llevar a cabo esta iniciativa, el Ayuntamiento de Zaragoza ha alcanzado acuerdos con las denominaciones de origen mencionadas y ha sumado esfuerzos con agentes públicos y privados de Zaragoza y Aragón. La meta es clara: convertir a Zaragoza en un punto de referencia mundial para la garnacha.
Plan de acción
El proyecto incluye un plan de acción con aspiraciones globales. Se han involucrado instituciones internacionales como la Organización Internacional del Vino y el Instituto Agronómico Mediterráneo. El objetivo es crear rutas turísticas de enoturismo que tengan a Zaragoza como punto de partida y centro de operaciones.
El plan de acción contempla, entre otras actividades:
- Celebración del Festival Mundial de la Garnacha en Zaragoza.
- Organización de congresos y encuentros internacionales.
- Presentaciones del proyecto en las principales ciudades españolas.
- Campañas específicas en España y en los mercados internacionales más relevantes para atraer un número creciente y diverso de visitantes a Zaragoza.
Rutas de Enoturismo y Eventos Internacionales
Las primeras rutas de enoturismo, que incluyen visitas a las bodegas de Borja, Cariñena y Calatayud, se pondrán en marcha en septiembre de este año. Además, en primavera de 2025, Zaragoza será sede de un simposio internacional científico-técnico sobre la garnacha, dirigido por Raúl Compés, director del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza.
Este ambicioso proyecto no solo busca impulsar el turismo enológico en Zaragoza sino también celebrar y promover la riqueza vinícola de la región, destacando la garnacha como un símbolo de excelencia y tradición. Con la colaboración de instituciones y expertos de renombre, Zaragoza está bien posicionada para convertirse en la capital mundial de la garnacha, atrayendo a amantes del vino y a turistas de todo el mundo.